No se trata de pedir
A principios de la semana pasada durante su conferencia matutina, que ya pareciera un espacio de excusas mañaneras, el presidente Andrés Manuel respondió “no se debe nada” ante los comentarios de preocupación que surgieron en algunos estados que, como el nuestro, se ven afectados por la disminución en el gasto federalizado.
Y es que, aunque asegure que “es incongruente que se pidan más recursos” se dio a conocer que, para Chihuahua, dicho gasto federalizado a septiembre de este año es 592 millones de pesos (MDP) menos que septiembre del año pasado; y se espera se reduzca todavía más de 2 mil 600 MDP según el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2021.
No es cuestión de “pedir”, sino de lo que corresponde al estado para poder operar. Estos recursos, son aplicados por los estados como complemento en sectores como educación, salud, infraestructura, seguridad, pensiones, e incluso deuda pública.
Aunque este como muchos otros casos, dónde se cuestionan decisiones del gobierno central, el presidente se excusa diciendo: “tiene propósitos electorales”; la realidad es que los estados únicamente estamos externando nuestra preocupación. Nos preocupa que no se dará abasto, pues el mismo mandatario federal exhibió la reducción de recursos federales para Chihuahua. Dónde ya no se destinará absolutamente nada a rubros como Protección Social en Salud, en comparación al año pasado cuando se destinaron 823 MDP (Hernández A, 2020).
Según la ONU-Habitat uno de los factores que mayor impacta el Índice de Ciudades Prósperas es su infraestructura y esta reducción no sólo no nos permitirá hacer crecer nuestras ciudades, sino que ahora nos hace difícil incluso mantenerlas. En 2021 no se obtendrán los 556 MDP que se recibieron en 2020 para conservación de infraestructura carretera, desaparecerán los 3 millones 300 mil pesos del Fondo Metropolitano junto con muchos otros fideicomisos y, con ello, la posibilidad de una mejor calidad de vida para nuestra gente.
Con todo esto, pareciera que el gobierno federal vive en una realidad totalmente diferente, pues sólo así se podría “justificar” la apatía hacia las dificultades que enfrenta actualmente “su pueblo”. Como mencionó en su artículo, la doctora por la Universidad de Harvard, Viridiana Ríos: “El mismo presidente que exhibió la ceguera con la que gobiernos pasados abusaron de México ha decidido gobernarnos pretendiendo que estamos de las mil maravillas”. Sin apoyar a los estados cuando más se necesita. Dejando a la deriva todo aquello que hemos construido los mexicanos y que nos entristece, ver que se acaba; dando razón a un artículo de The Financial Times, que crudamente advierte: “a menos que el presidente cambie de rumbo rápidamente, la segunda economía más grande de América Latina corre el riesgo de volver a caer en un pasado más pobre, oscuro y represivo…”.
Así que no, los estados no tendrían porque pedir si el gobierno central correspondiera con lo que realmente se necesita dar.