Ciudades a la altura

Sin lugar a duda 2020 ha sido un año complicado. Además de la falta de estrategia para aminorar los efectos negativos que trajo consigo la pandemia, situaciones como la cancelación de proyectos como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, junto con la creciente incertidumbre en la gobernanza, han propiciado que a partir de este año México saliera del top 25 de los países más atractivos para Inversión Extranjera Directa, según el Índice de Confianza de IED Kearney.

Como ya lo he mencionado antes, una buena ciudad es una ciudad competitiva. Pero, para ser una ciudad competitiva, debemos primero seguir siendo un país competitivo ante los ojos del mundo.

Desde hace 10 años el Instituto Mexicano para la Competitividad estudia la competitividad de las ciudades mexicanas, poniendo como factor significativo la capacidad de atraer y retener inversión. Sin embargo, esta labor es cada vez más difícil a partir de la eliminación de importantes organismos promotores de comercio exterior como lo era ProMexico.

Con datos como el anterior, es evidente que los estados integrantes de la Alianza Federalista, tomaron una decisión acertada al constituir una nueva plataforma (Invest in Mexico Facilitation Board A. C.) que, como agencia de atracción de inversiones, ayudará a reposicionar al país en los mercados extranjeros a través de la promoción de los propios sectores estratégicos de cada una de nuestras regiones.

La atracción de inversión, al igual que el posicionamiento como destino turístico, debiera ser un tema de gran importancia para los municipios; pues la capacidad de hacerlo genera un círculo virtuoso, propiciando la creación de empleos, talento, desarrollo y, sobretodo, una mejor calidad de vida que, por ende, atraerá cada vez mayor inversión.

Aquí cabe tomar como ejemplo nuestra región Centro Sur en Chihuahua. Aún y con las complicaciones de este año, según el “Índice de Competitividad Urbana 2020” (IMCO), ciudades como Delicias, se encuentran entre las 5 más competitivas de México, en su categoría de 250 mil habitantes. Lo que, de acuerdo a los hallazgos del estudio, se debe en parte a la capacidad de mantener “el mayor porcentaje de producción en sectores de alto crecimiento” y el “aprovechamiento de las relaciones internacionales”.

Ahora más que nunca, para seguir creciendo, no es necesario inventar el hilo negro. Basta con  enfocarnos en crear planes estratégicos a corto, mediano y largo plazo, respaldados por indicadores reales como los que ya se especifican en estudios que organismos como ONU-Habitat e IMCO, utilizan para clasificar las buenas ciudades.

No cabe duda que 2020 ha sido un año complicado pero, como ya lo hemos demostrado, en Chihuahua no nos detenemos. Hoy tenemos la tarea de aprovechar las virtudes de nuestro estado en sectores como el agro-industrial y turístico, para construir ciudades a la altura de los mercados más importantes del mundo, ciudades a la altura de los chihuahuenses.

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